martes, 31 de marzo de 2015

Conociendo a los Pehuenches

Los Pehuenches fueron un pueblo nómade que habitó la región cordillerana del centro sur de nuestro país, específicamente, en las dos vertientes de la Cordillera de Los Andes entre el río Maule y el volcán Lonquimay.



 Eran cazadores recolectores que iban por el territorio recogiendo el pehuén o piñón de las araucarias. De hecho, de este fruto proviene su nombre, el Pehuenche es “el hombre del pehuén”.
Además, los hombres Pehuenches cazaban guanacos, ñandúes y ciervos andinos utilizando boleadoras que confeccionaban con tripas y cuero de animal que rellenaban con piedras. Una de sus principales fuentes de recursos era el trueque de animales y pieles que intercambiaban por alimentos y otros productos. Los animales les proporcionaban también la grasa con la que cubrían sus pieles para protegerlas del frío.
Los Pehuenches fabricaban sus viviendas con ramas y pieles y solían organizarse en bandas que se establecían cerca de ríos y esteros. Cada banda era dirigida por un lonko o cabeza de familia. No hubo grandes contactos entre Pehuenches y españoles durante los primeros años de la conquista, pues se encontraban en un estado de aislamiento relativo. Sin embargo, recibieron algunas influencias, aprendiendo por ejemplo, a manejar el caballo. Más adelante, Pehuenches y españoles establecieron relaciones comerciales cambiando pieles, ponchos y plumas de avestruz por trigo, licor, espuelas y plata.


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sábado, 28 de marzo de 2015

Esopo... el padre de las fábulas

Fue un fabulista griego originario de Asia menor. 
La historia cuenta que era un esclavo jorobado, tartamudo y de extrema fealdad. 
Se dice que, incluso, fue acusado, sin base cierta, de haber robado un cáliz de oro del templo de Delfos. En castigo por este delito, fue arrojado a un abismo por los habitantes de Delfos.
Se supone que vivió entre el 620 y el 560 antes de Cristo, y se le considera el “padre de todos los fabulistas", precursor de un género que luego tendría grandes exponentes.
Sus relatos se caracterizan por ser narraciones cortas y tener siempre una conclusión moralizante o "moraleja". En ellas, Esopo "humaniza" las conversaciones de los animales y plasma todos los vicios y virtudes de los hombres, con un gran talento satírico. 
 Las fábulas que conocemos hoy en día son versiones que se han reconstruido con las reescritas posteriormente al fabulista griego.Se supone que no dejó textos escritos y de él se sabe tan poco, que en algún tiempo se le consideró como un personaje legendario. De todos modos, con sus relatos, que se conservaron por tradición oral, logró la universalidad y su nombre perduró hasta nuestros días.
Algunas de las fábulas conocidas hoy en día son: 
Esopo - Escultura Griega 
Esopo -
Retrato del pintor Velásquez